POR: INVESTIGACIÓN EL UNIVERSAL*
PUBLICACIÓN: 31-jul-2022
Durante décadas, Pemex ha generado importantes ingresos para México, pero también ha provocado desastres ambientales que han contaminado aguas y siembras; pobladores aseguran que los derrames han incrementado enfermedades y muerte de fauna.
Petróleos Mexicanos (Pemex) es uno de los mayores contaminadores del país. El gigante petrolero, motor del crecimiento histórico de México y que hoy goza de un impulso de presupuesto público que busca la soberanía energética, opera sin que haya una remediación completa de los sitios que daña, y con serias fallas en la prevención de hechos contaminantes.
Datos de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), que desde 2015 mantiene el inventario de incidentes del sector de hidrocarburos, enumeran 5 mil 777 accidentes, de 2016 a mayo de 2022. Tres mil 836, es decir, seis de cada diez, involucran a Pemex y sus filiales Pemex Exploración y Producción (PEP), Perforación, Logística, Refinación y Transformación Industrial (TI). Prácticamente no hay lugar donde la petrolera no haya generado un problema.
El análisis de datos y el trabajo de campo en Veracruz, Hidalgo, Puebla y Tabasco muestran serias afectaciones al ambiente producto de la extracción y distribución de petróleo: campos que perdieron fertilidad, derrames en áreas naturales protegidas, aguas contaminadas, fauna arrasada, fugas masivas por huachicol y enfermedades.
La Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) identifica mil 25 sitios contaminados en el país, de 2008 a abril de 2021, de estos, 772 cuentan con un programa de remediación. Hasta abril de 2021, la fecha más reciente disponible, 167 continuaban sin solución.
Los cultivos de Emilio Domínguez han sido afectados por los derrames de ductos de Pemex en la comunidad Rafael Rosas, Papantla, Veracruz.
Foto: Germán Espinosa
De los más de mil sitios contaminados, 655 son lugares atribuidos a la petrolera, ocho de cada diez sí cuentan con un programa de remediación, pero en 138 carecen de él. Las principales causas de sitios contaminados consisten en derrames y fugas.
Una emergencia ambiental consiste en un suceso no deseado, no planeado o inesperado, durante la realización de una actividad, por causas naturales o antropogénicas, que implique la liberación de materiales peligrosos en cantidades tales que ocasione daños a las personas o al ambiente, según la Procuraduría Federal de Protección Ambiental (Profepa). Un pasivo ambiental es un sitio contaminado que no ha sido remediado, y donde pueden encontrarse depósitos de residuos sólidos, de manejo especial o peligrosos, cuyo proceso estipula la legislación vigente.
Este tipo de incidentes tuvieron el segundo pico más alto, desde que se comenzó a generar este registro, en la actual administración federal. En 2020 se contabilizaron mil 448 accidentes, más del doble de lo que se reportó en 2019, de acuerdo con los datos de ASEA.
En cada año la responsabilidad de Pemex y sus ramas rebasa la mitad de los sucesos y, en algunos casos, como en 2019, alcanza el 70 por ciento. A pesar de esa cifra, en 2020 la petrolera no hizo nada por disminuir los daños, al contrario, el número de accidentes en los que se vio envuelto pasó de 459 a 796 en tan solo un año.
Pablo Ramírez, especialista de Energía y Cambio Climático de Greenpeace México, atribuye el problema general de Pemex a la falta de mantenimiento de infraestructura y las fallas en la vigilancia ambiental sobre la industria de hidrocarburos.
La infraestructura funciona de manera cuasi milagrosa. Y eso se convierte en una bomba de tiempo, como hemos visto tantas veces. La prevención y la supervisión han quedado bastante a un lado.
Ramírez prevé que los incidentes persistirán mientras el gobierno mantenga el apoyo masivo a los fósiles
Las comunidades cercanas a la infraestructura y accidentes son las que están principalmente expuestas. Las dependencias están subordinadas a la línea política del Ejecutivo. Existen muchísimas zonas de sacrificio, por combustibles fósiles. Mientras no cambie el enfoque de la política energética y se subordine lo ambiental a la política energética misma, la contaminación seguirá.
Este mapa muestra desde los accidentes hasta emergencias en el medio ambiente que han sido responsabilidad de Pemex desde el 2008 hasta mayo 2022, de acuerdo con datos de Semarnat y ASEA obtenidos vía transparencia.