El futuro de la ciencia de exoplanetas se centrará en la búsqueda de planetas rocosos similares a la Tierra, así como en el estudio de sus atmósferas en busca de biofirmas: cualquier característica, elemento, molécula, sustancia o rasgo que pueda utilizarse como evidencia de vida pasada o presente. El Telescopio Espacial James Webb de la NASA ya ha analizado la composición química de más de 100 atmósferas de exoplanetas.