Seabed 2030

Tener un mapa completo de nuestro océano ofrece muchas ventajas. Conocer la forma del fondo marino es fundamental para comprender la circulación oceánica y alimentar con mayor precisión los modelos climáticos. Esta información también es útil para la gestión de recursos marinos, el tendido de cables y tuberias, y la predicción de tsunamis. Estos datos también ayudan a entender mejor el transporte de sedimentos y nuevos pormenores del cambio climático.

Fondo marino

En 2017, la Fundación Nippon y la Carta Batimétrica General del Océano (GEBCO) se unieron para analizar cómo la cartografía oceánica podría contribuir al Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 de la ONU: Conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible. En ese momento solo se el 6 % se había cartografiado con una resolución adecuada. En la actualidad este proyecto multidisciplinario ya logró más del 26% de los objetivos.

Desarrollo sostenible

Para cumplir con todos estos objetivos, el Proyecto Seabed 2030 ya está aportando nuevos datos de la geografía submarina, que ya están siendo útiles en muchos lugares del mundo, como Alemania, que gracias a esta información ha optimizado su pesca y reducido el impacto ambiental de la misma. Además, se están desarrollando paralelamente en todo el mundo nuevas tecnologías de exploración submarina que también están aportando una nueva configuración histórica de los mares.

Nuevas tecnologías