¿Menos es más?

Los ensayos clínicos sobre las ventajas del ayuno intermitente se han multiplicado en la última década, de hecho, es una de las temáticas vinculadas a la nutrición humana sobre la que más se ha escrito en los últimos años. Hay referencias históricas en diferentes culturas que contextualizan sus ventajas para el organismo, pero un grupo de investigaciones que concluyeron este año puntualizan sus ventajas y riesgos en algunos grupos.

Ritual legendario

Se le denomina ayuno intermitente a una práctica alimentaria basada en la restricción de la ingesta de alimentos durante varias horas al día: 12, 14, 16 y hasta 24 horas, según los objetivos que se persigan. Cuando se ayuna, el cuerpo deja de depender de la glucosa como su principal fuente de energía y recurre a las reservas de grasa para obtener energía y esto provoca un estado metabólico que ha demostrado reducir los niveles de insulina y disminuir la inflamación.

Estrategia alimentaria

En un reciente estudio con más de un centenar de participantes, se observó que las personas siguieron un régimen de ayuno intermitente y estimularon adecuadamente su ingesta de proteínas vieron aumentados los microbios beneficiosos en el intestino que se han relacionado con un tipo de cuerpo delgado y una mejor salud general. Además, presentaron mayores niveles de ciertas proteínas en la sangre asociadas con la pérdida de peso y subproductos orgánicos que promueven la quema de grasa.

Microbioma revitalizado