Odisea sin precedentes

Japón es el quinto país en realizar un aterrizaje de una nave espacial en la Luna. Los datos de telemetría mostraron que el módulo de aterrizaje inteligente para investigar la Luna (SLIM) aterrizó hace unos días en su área objetivo cerca del cráter Shioli, al sur del ecuador lunar, el sábado por la mañana temprano. Lo peculiar de su reciente alunizaje es que logró utilizar una sofisticada tecnología de precisión que le permitió llegar más cerca a su objetivo que cualquier misión anterior.

Quinto lugar

Aterrizó cuatro meses después de despegar del Centro Espacial Tanegashima, frente a la costa sur del Japón continental. A su llegada SLIM se comunicó con la estación terrestre de la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA), con sede en Kanegawa. La comunicación se estableció gracias a la batería. Sus celdas solares no generaron electricidad por la postura de aterrizaje, ya que la nave se volcó al tocar la superficie, pero se espera que la próxima semana los páneles puedan volver a funcionar nuevamente.

Pequeño contratiempo

De cualquier forma, la misión ya es histórica porque abre nuevas posibilidades de exploración espacial, mediante su objetivo principal: aterrizar en la Luna con una precisión de 100 metros, lo que supone un gran salto con respecto a distancias anteriores de unos pocos a decenas de kilómetros. SLIM utilizó tecnología de navegación basada en la visión, cuyo objetivo era tomar imágenes de la superficie mientras volaba sobre la Luna, y podía localizarse rápidamente comparando las imágenes con los mapas a bordo.

Haciendo historia