y 200 kilos de peso, este modelo podría ser una alternativa de exploración para lugares del Sistema Solar con superficies complejas, pero objetivos específicos de investigación.
El proyecto
tiene como
objetivo
reducir el peso de los equipos de observación y aterrizar en planetas con recursos escasos. La idea desde ahora será posar las naves donde se quiera y no solo donde se pueda.
Los científicos
de la Agencia
Japonesa
de Exploración Aeroespacial (JAXA) pusieron a la nave en hibernación, pero tienen esperanzas de un cambio en la dirección de la luz solar que pueda encender los paneles.
La oscuridad
en la Luna
dura 14 días terrestres y es tan fría que puede dañar los componentes electrónicos del módulo. La esperanza es que se cargue los primeros días de febrero.
El polo
sur lunar
es una región muy cotizada, pues se piensa que hay depósitos de agua congelada, que funcionarán como una fuente importante de hidrógeno y oxígeno para otras misiones.
La India
se convirtió
el año pasado en el primer país en llevar nave a esta región lunar. China y Estados Unidos esperan enviar a sus primeros astronautas a esta zona en esta misma década.