Partículas en movimiento

La mayor parte del polvo mineral transportado en la atmósfera de la Tierra proviene de regiones áridas o secas de todo el mundo, pero los científicos necesitan herramientas más puntuales para determinar qué tipos de minerales transporta el viento desde esas regiones, pues estos materiales afectan el medio ambiente de diferentes maneras: transformando la química atmosférica, los ecosistemas terrestres, e incluso, la salud humana.

Polvos minerales

La detección y estudio de los polvos minerales de la Tierra es el foco de la Misión de Investigación de la Fuente de Polvo Mineral de la Superficie Terrestre (EMIT) de la NASA. Al examinar la superficie de la Tierra desde aproximadamente 410 kilómetros de altura, EMIT escanea amplias áreas que serían imposibles de estudiar para un geólogo en tierra firme o mediante instrumentos transportados por aviones, pero lo hace logrando el mismo nivel de detalle.

Mirada espacial

Después de haber sido lanzada en el verano del año pasado, la misión logró completar mapas únicos de minerales en las áreas de origen de polvo de la Tierra, lo que permitirá a los científicos modelar el papel de las partículas finas en el cambio climático y desarrollar otros tópicos de investigación, como el papel de estos materiales en la proliferación de fitoplancton, lo que puede tener implicaciones para los ecosistemas acuáticos y el ciclo del carbono del planeta.

Mapas para la ciencia del futuro