habrá más tormentas parecidas a Otis en el horizonte, entonces los especialistas en analizar el fenómeno (y sus simulaciones por computadora) tendrán que mejorar sus predicciones con nuevos datos sobre la intensificación de estos fenómenos.
Los cazadores
de huracanes
son
herramientas indispensables para el análisis de los riesgos de un huracán, pues recopilan información sobre velocidades del viento, precipitaciones y presiones barométricas.
La
NASA
contribuye
al campo de la meteorología tropical produciendo datos científicos que obtiene a partir de instrumentos a bordo de satélites, como los de la red internacional de satélites Medición de precipitación global o GPM en inglés.
La tasa
de intensificación
de Otis
es la más rápida que se ha registrado en el Pacífico norte desde mediados de la década de los sesenta, cuando dio inició la era de los satélites. Rompió el récord de 120kph/12 horas que estableció Patricia en 2015.
En los
últimos 40
años,
la llamada piscina cálida en el Pacífico occidental duplicó su tamaño, pasando de un área de 22 millones de km² a 40 millones, por lo que es muy probable que otros eventos surjan en un futuro.
Los radares
meteorológicos
son
herramientas vitales para detectar cambios en la intensidad de los huracanes. Estos dispositivos permiten que la población pueda anticiparse a tiempo y benefician a las instituciones encargadas de responder ante estos fenómenos naturales.