Recuento histórico

  • A

    nivel

    global,

    la conciencia sobre la necesidad de mejorar los sistemas de monitoreo y alerta de tsunamis llegó en 2004 cuando un terremoto de magnitud 9.1 frente a la costa de Sumatra desencadenó uno de los fenómenos naturales más letales de la historia.

  • Tras la

    catástrofe

    de

    hace dos décadas se creó una red global coordinada por la ONU para mejorar la detección y alerta de tsunamis. Se instalaron boyas DART (Deep-ocean Assessment and Reporting of Tsunamis) y se promovió el intercambio internacional de datos.

  • La ciencia

    busca

    soluciones

    más precisas para estar prevenidos ante la ocurrencia de tsunamis. Existen algunas nuevas herramientas que suman nuevos datos, como el análisis de ondas acústicas generadas por la deformación del fondo oceánico.

  • El Pacifico

    mexicano es

    el área

    que podría resultar más vulnerable para un tsunami. Existen evidencias de que en 1787 ocurrió un gran terremoto de magnitud 8.4 en San Sixto, Oaxaca que generó un tsunami local sumamente destructivo.

  • El tsunami

    más mortífero

    en América Latina

    y el Caribe fue el de Chile en 1960, con aproximadamente 2 mil 200 muertes. Se trató de un tsunami transoceánico cuyas olas superaron los 15 metros en la costa chilena y alcanzaron los cinco metros en Japón.

  • El

    Programa

    de

    Reconocimiento Tsunami Read (que también opera en México) es un programa de reconocimiento comunitario internacional desarrollado por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la UNESCO.

  • <
  • Su objetivo

    es construir

    comunidades

    resilientes a través de estrategias de concientización y preparación que ayudarán a preservar la vida, los medios de subsistencia y las propiedades de los tsunamis en diferentes regiones.