Sin control

Los especialistas definen a una relación tóxica como un vínculo destructivo mediante el que se generan dinámicas que dañan el bienestar emocional, psicológico e incluso físico de uno o ambos miembros. Se caracterizan por la manipulación, el control, la falta de respeto y la dependencia emocional, y pueden darse en el ámbito de pareja, familiar o de amistad. Es común que quien ejerce actos de violencia culpabilice al otro.

Vínculos destructivos

Las señales comunes incluyen la falta de apoyo mutuo, comunicación negativa, celos, desigualdad de poder y desgaste emocional, que pueden llevar a problemas de salud mental como ansiedad, estrés y depresión. Las personas que tienen relaciones violentas en la adolescencia tienen más probabilidades de repetirlas en la edad adulta y quienes experimentan estos lazos también tienen más probabilidades de beber en exceso y abusar de otras drogas.

Banderas rojas

Para los especialistas es indispensable enseñar estrategias de relaciones sanas desde temprana edad. Diversos estudios muestran que los niños que pueden resolver conflictos y manejar sus emociones tienen menos probabilidades de formar relaciones violentas más adelante. Existen diversos programas a nivel global que tratan de enseñar a niños y adolescentes la construcción de vínculos afectivos donde se valoren las disculpas, pero también las separaciones.

Desde el inicio