La conservación del suelo se basa en la comprensión de los procesos que ocurren en su interior, como la erosión, la infiltración, la fertilidad y la biodiversidad. Las investigaciones científicas en este campo buscan desarrollar nuevas técnicas y mejorar las existentes, utilizando herramientas como el análisis de suelos, modelos de simulación, y estudios de campo para evaluar la efectividad de las diferentes prácticas.