Los

científicos

del

Instituto de Geoquímica de Cantón, que depende de la Academia China de Ciencias, fueron quienes detectaron en las muestras de polvo lunar, residuos de impacto vinculados a meteoritos del tipo CI, una categoría de condritas carbonáceas.

Debido

a la

acción

de la atmósfera y la actividad geológica, la mayoría de los meteoritos no se conservan en buen estado en la Tierra; sin embargo, las condiciones de la Luna mantienen este material en mejor estado para su evaluación.

Los

científicos

han

descubierto que las lluvias de meteoritos liberan agua de la superficie de la Luna. Cuando restos de cometas golpean la Luna, se vaporizan en el impacto, creando una onda de choque en el suelo lunar.

Científicos

de la

NASA

también han advertido que cuando el impacto es suficientemente grande, esta onda de choque puede quebrar la capa superior seca del suelo y liberar moléculas de agua de la capa hidratada de abajo.

Las

nuevas

investigaciones

sugieren que materiales procedentes del exterior del Sistema Solar pudieron desplazarse hacia zonas más cercanas al Sol y alcanzar la Luna con nuevas pistas sobre las primeras etapas de formación planetaria.