Patrimonio perdido

  • El sur

    de

    California

    estuvo excepcionalmente seco durante otoño e invierno; la precipitación mensual promedio en noviembre fue 10 veces menor que el promedio climatológico, y en diciembre fue 25 veces menor.

  • Cuando

    el péndulo

    meteorológico

    pasó a ser seco desde el verano pasado, la vegetación de la que se alimentan los incendios forestales empezó a secarse, pero las lluvias extremas de años previos había favorecido su crecimiento sustancial.

  • Estudiar

    el potencial

    de

    almacenamiento de carbono en los bosques después de un incendio forestal puede ayudar a identificar formas de mitigar los efectos del cambio climático. La mirada desde el espacio es una herramienta fundamental.

  • A medida

    que las

    plantas crecen,

    absorben dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera y lo convierten en azúcar y celulosa, así como en el oxígeno que respiramos. Los bosques grandes y maduros tienen el mayor potencial de almacenamiento.

  • Después de

    un incendio

    forestal,

    el nitrógeno inorgánico puede permanecer en el suelo y en los arroyos cercanos durante años. Su impacto en los cuerpos hídricos puede afectar el crecimiento de los organismos acuáticos.

  • El fenómeno

    de la

    mortalidad

    tardía de los árboles es común después de un incendio de gran magnitud, pues los árboles continúan muriendo durante años después de ser sometidos al fuego.

  • Los incendios

    forestales

    son una

    fuente principal de contaminación del aire y el efecto es más neurotóxico que otros tipos de contaminación. Además, las partículas pueden viajar miles de kilómetros con efectos en la salud cardiaca y respiratoria.