Chiquitos pero picosos

  • Los

    anfibios

    tienen un

    ciclo de vida que abarca dos entornos distintos. Gracias a su vida en agua y tierra, los anfibios actúan como eslabones cruciales en los ecosistemas, sirviendo como un “puente de nutrientes” entre los ambientes acuático y terrestre.

  • Muchas

    de las

    especies de

    reptiles y anfibios tienen una importancia fundamental en la industría farmaceútica por sus venenos, con los cuales se han fabricado medicamentos legendarios.

  • A la

    Rana Incubadora

    Gástrica

    (Rheobatrachus silus) se debe la existencia de la ranitidina. Esta rana producía sustancias contra los jugos gástricos, ya que incubaba sus huevos dentro de su propio estómago para protegerlos de los depredadores.

  • Muchos

    de los

    compuestos

    de especies endémicas albergan un semillero de posibilidades en la investigación que también se ve limitada por la devastación de las especies.

  • Sierra

    de la

    Laguna,

    una cadena montañosa ubicada en el extremo sur de la Península de Baja California es conocida por su biodiversidad y su importancia ecológica. En esta región habitan varias especies de anfibios y reptiles en peligro.

  • Las

    serpientes

    de cascabel

    pertenecen a la familia Viperidae, a la subfamilia Crotalinae y el género Crotalus. Se caracterizan principalmente por tener un «cascabel» o crótalo en la punta de la cola, utilizada como mecanismo de defensa al moverla.

  • A pesar

    de que

    las

    víboras de cascabel son uno de los elementos faunísticos más conocidos de la biota mexicana en el mundo, se han realizado pocos esfuerzos enfocados directamente a la conservación de estas especies.

  • Existen

    más de

    una docena

    de especies endémicas de ajolotes. El más conocido es el llamado ajolote mexicano (Ambystoma mexicanum) con hábitat en la CDMX. Casi todas las especies micro-endémicas de ajolotes se encuentran en alguna categoría de riesgo por la degradación de su hábitat.