Una reciente investigación en las granjas de peleteria, revela que muchos animales criados para el consumo de pieles son susceptibles a los virus humanos, pero también existen virus entre los animales que potencialmente podrían dar el salto al organismo humano. Al principio de la pandemia de Covid-19, el SARS-CoV-2 se propagó en granjas de visones de toda Europa, donde fueron sacrificados alrededor de quince millones de animales para evitar cadenas de contagio.