La ciencia es esencial para la innovación y la prosperidad económica. El desarrollo científico puede verse afectado por factores geográficos, históricos y económicos, pero se ha demostrado que si existen estructuras y trayectorias de desarrollo científico nacional que puedan establecer la formulación de políticas con objetivos claros, el desarrollo será consecuente. Suiza, Suecia, Estados Unidos, Reino Unido y Singapur ocupan los cinco primeros lugares de las economías más innovadoras del mundo.