Un meteorito hasta 200 veces más grande que el que mató a los dinosaurios podría haber actuado a los microorganismos primitivos a desarrollarse hace más de 3 mil millones de años. La roca espacial habría provocado un tsunami que evaporó parcialmente los océanos y sumió a la Tierra en la oscuridad, pero tuvo un efecto positivo en los organismos paleoarcaicos, pues también liberó fósforo y arrojó agua rica en hierro desde las profundidades, lo que ayudó a impulsar el desarrollo de las formas más simples de vida.