Lo que los huracanes nos dejaron

Los huracanes son tormentas muy violentas. El término científico para todas ellas es ciclón tropical, pero solo los que se forman sobre el Océano Atlántico y el Océano Pacífico oriental se llaman "huracanes". Usan el aire cálido y húmedo como combustible. Por eso se forman sólo sobre océanos de agua templada, cerca del ecuador. Cuando el aire cálido y húmedo se eleva y se enfría, el agua en el aire forma nubes. Se crea todo un sistema de nubes y aire que gira y crece, alimentado por el calor del océano y el agua que se evapora de la superficie.

Violenta anatomía

Cuando los vientos en la tormenta giratoria alcanzan 39 mph, la tormenta se denomina “tormenta tropical”. Y cuando alcanzan 74 mph, se considera oficialmente que la tormenta es un “ciclón tropical" o huracán. Los ciclones tropicales por lo general se debilitan cuando tocan tierra, porque ya no se pueden "alimentar" de la energía proveniente de los océanos templados. Sin embargo, a menudo avanzan bastante tierra adentro causando mucho daño por la lluvia y el viento antes de desaparecer por completo.

De la A a la Z

México recibe de cuatro a cinco huracanes en promedio cada año, segun el Servicio Meteorológico Nacional. Nos queda más de un mes para que finalice la temporada y aún falta por recibir a Nadine, Oscar, Patty, Rafael, Sara, Tony, Valerie y William. Nuevos términos y proyecciones se han ido añadiendo al glosario básico meteorológico. Si bien existen nuevas herramientas para calcular el impacto de las tormentas más grandes, aún hay fenómenos que tienen un origen e impacto poco claro.

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