El cannabis

sigue

siendo

la droga más ampliamente consumida en todo el mundo con una diversificación de productos con alto contenido de THC. Los transtornos psiquiátricos e intentos de suicidio por su consumo habitual han aumentado.

El

Fentanilo

es un

opioide sintético, 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más que la morfina. Es una sustancia altamente adictiva, cuyo uso implica el riesgo de desarrollar dependencia o adicción e intoxicaciones agudas o sobredosis.

Los

científicos

estudian

compuestos como el LSD y la psilocibina, para tratar una gran gama de problemas de salud mental, como depresión, anorexia y adicciones. El consumo de sustancias psicodélicas fuera de este marco es muy riesgoso.

La producción

de opio

de

Afganistán tuvo una caía estrepitosa en 2023 (95% respecto a 2022). La drástica contracción del mercado afgano de opiáceos hizo que los agricultores afganos fueran más pobres y unos pocos traficantes más ricos.

Muchos

países

cultivan

legalmente opio para la producción de medicamentos opiáceos, la escala de este mercado históricamente coincide con la producción ilegal de opio para usos no médicos.

Las

consecuencias

de la

caída de la producción de opio, entre ellas la pureza de la heroína, se ha notado en el cambio a otros opiáceos por parte de los consumidores de heroína para usos no médicos.

Durante

2024, el

consumo

de nitazenos, un grupo de drogas opioides que pueden ser más potentes que el fentanilo, se extendió por Europa y Norteamérica. Se están mezclando con otras sustancias, como cannabis y heroína.