De mosquitos y otras historias

El dengue es una enfermedad infecciosa transmitida por vectores causada por cuatro virus serológicamente relacionados. En las últimas dos décadas, los casos notificados se han multiplicado por diez, e incluso esta cifra probablemente esté subestimada. Es la única enfermedad infecciosa cuya mortalidad anual está aumentando. El 80% de las infecciones son asintomáticas o producen una enfermedad febril leve, pero la tasa de letalidad aumenta durante los brotes.

Peligroso aleteo

El aumento de casos y la expansión geográfica del virus son, en muchos sentidos, provocados por el hombre. La tríada de urbanización, cambio climático y movimiento de personas y bienes está facilitando la propagación del dengue y su mosquito vector, el Aedes aegypti. Los fenómenos más extremos de El Niño y La Niña han provocado fuertes precipitaciones, humedad y aumento de las temperaturas que favorecen la reproducción de mosquitos y la transmisión de virus.

Paso a pasito

Los expertos han llegado a la conclusión de que el aumento de la temperatura por sí solo ya ha aumentado el potencial de transmisión global de Aedes aegypti en un 42,7% entre los años 1950 y 2020, y se espera que el impacto aumente aún más en el futuro. A medida que aumenta la cocirculación del virus, también aumentará el riesgo de infecciones secundarias y, con ello, también el riesgo de dengue más grave, hospitalizaciones y muertes.

Los riesgos del calor