se encuentran entre los fenómenos humanos más significativos. El amor moldea y gestiona el mantenimiento de los vínculos de pareja, los vínculos entre padres e hijos e influye en las relaciones con los demás, incluso, con la naturaleza.
Se sabe
poco sobre
los
mecanismos neuronales del amor más allá de los tipos románticos y maternales. Es así que un reciente estudio empleó imágenes de resonancia magnética funcional para caracterizar las áreas cerebrales involucradas en el amor por seis objetivos diferentes.
La
pareja
romántica,
los hijos, los amigos, los extraños, las mascotas y la naturaleza, son algunos de los lazos más importantes que entretejen los humanos y que le dan sentido a su vida.
El estudio
concluyó
que la
experiencia del amor está determinada por factores tanto biológicos como culturales, que se originan en mecanismos neurobiológicos fundamentales de apego.
El amor
romántico y
paterno
activaron la línea media del cerebro (precuneo/cingulado posterior y corteza prefrontal medial) significativamente más que el amor por los extraños, las mascotas y la naturaleza.
Además de
la biología
del amor,
otros estudios profundizan en los nuevos factores culturales que condicionan los sentimientos amorosos. La IA se ha convertido en una herramienta necesaria para establecer lazos.
Además de
la tecnología
que
moldea las aplicaciones de citas, ahora se arrebatan el escenario nuevos chatbot que actuan de manera amigable, e incluso romántica, listos para satisfacer las cambiantes necesidades de los seres humanos y diseñados al gusto.