funcionar de manera autónoma, aunque previamente completó dos vuelos sin tripulación, desde 2019 que empezaron las pruebas en tierra, tuvo problemas en su funcionamiento.
La NASA
y Boeing
trabajarán
conjuntamente para ajustar la planificación del final de la misión y los sistemas de Starliner para prepararse para el regreso no tripulado en las próximas semanas.
La decisión
de no
regresar
a los astronautas en una nave que mostró fallas, también estuvo influida por el recuerdo de tragedias espaciales como la explosión del transbordador Columbia en 2003 durante su reingreso a la atmósfera terrestre.
Todo
sucedera en
septiembre.
Starliner debe regresar a la Tierra antes del lanzamiento de la misión Crew-9 (donde regresarán los astronautas en febrero) para garantizar la disponibilidad de un puerto de llegada en la Estación.
Durante
más de dos
décadas,
la Estación Espacial Internacional ha tenido personas viviendo y trabajando a bordo, con la misión de impulsar el conocimiento científico, poniendo a prueba nuevas tecnologías.
La estación
es un
banco de
pruebas fundamental para que la NASA comprenda y supere los retos de los vuelos espaciales de larga duración, así como para expandir las oportunidades comerciales en la órbita terrestre baja.
No todo
está
perdido.
Tras el regreso de Starliner, la agencia revisará todos los datos relacionados con la misión para determinar qué medidas adicionales son necesarias para cumplir los requisitos de certificación de la NASA.