El mayor reto es frenar a las mafias chinas y mexicanas que comercian con la totoaba y cuyas redes han casi exterminado a la frágil población de vaquitas; sin embargo, las investigaciones genómicas de la vaquita subrayan que es un animal con una carga genética deletérea muy pequeña, es decir, con casi nulas variantes de los genes que conllevan a una menor supervivencia. Su eficaz reproducción es la que finalmente la ha mantenido.