En los sectores más desfavorecidos no hay acceso a la información, ni a los métodos; mientras que en otros sectores también prevalece la desinformación al ser sustituida por nuevas fuentes, como las redes sociales, donde se muestra la sexualidad con conceptos ligados a la pornografía donde creencias, deseos, actitudes, roles y prácticas están permeadas por la violencia y los estereotipos misóginos. En el caso de la diversidad sexual, se mantiene el abordaje heterocentrista y sobreviven mitos que estigmarizan.