El monitoreo sísmico consiste en una red de estaciones sismológicas situadas sobre y alrededor del volcán, enlazadas por radiotelemetría, como el centro de recepción y procesamiento de la información en el CENAPRED.
Mirada
global
La sismicidad es claro reflejo del estado interno de un volcán. La forma como evolucionan los patrones sísmicos ha sido el factor de vigilancia y evaluación del riesgo más importante en el estudio de erupciones pasadas a nivel global.
Monitoreo
geodésico
Consiste en redes de estaciones, así como trabajo de campo y a distancia para detectar y medir deformaciones del edificio volcánico.
La
metodología
Las medidas se hacen por métodos geodésicos convencionales (nivelación, triangulación, trilateración, inclinometría, etc.) y por métodos electrónicos (radiotelemetría de datos de los inclinómetros electrónicos).
Monitoreo
geoquímico
Análisis químico frecuente de la fumarola por espectrometría de correlación (COSPEC) y por Li-Cor, para determinación de la concentración de Bíoxido de Azufre y Bíoxido de Carbono respectivamente en la pluma que emana del cráter.
Pistas en
el agua
Muestreo frecuente de manantiales para análisis de la influencia de la actividad del volcán y de las cenizas emitidas sobre el agua.
Vida interna
del volcán
El monitoreo geoquímico brinda información importante del estado interno y tipo de magma del volcán, como su potencial eruptivo y de los efectos que puede tener el material que emite.