ocasionar la aparición de diabetes son la predisposición genética y el ambiente obesogénico, como sedentarismo y un alto consumo de comida procesada.
Además del
abordaje de
la enfermedad,
se requiere tratar el padecimiento; es decir, planes reales que concienticen a la población sobre los cambios de hábitos para controlar la enfermedad.
Las
desigualdades
sociales
también impactan en el acceso de las personas a la detección y tratamiento, como la precaria disponibilidad de servicios de salud.
La
diabetes
tipo 1
no se puede prevenir, mientras que los riesgos de tener diabetes tipo 2, disminuyen mediante una dieta saludable, actividad física, peso adecuado y nulo consumo de tabaco.
La diabetes
es una de las
principales
causas de ceguera, insuficiencia renal, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y amputación de miembros inferiores.
Las personas
con diabetes
deben
someterse a pruebas periódicas de detección de enfermedades renales, exámenes oculares periódicos y evaluaciones de los pies.
Muchos de
los avances
farmacológicos
en la actualidad se han enfocado a un mejor control metabólico en la diabetes tipo 2, que debería reducir las complicaciones de la enfermedad.