La capacidad de transmisión de datos lo es todo para cristalizar estas misiones en tierra firme. Este conjunto internacional de antenas, ubicadas en tres complejos en Estados Unidos, España y Australia, permite a los científicos entrar en contacto con las misiones en el "espacio profundo", que se podrían definir como lo que ocurre desde la Luna y más allá. Además de apoyar estos proyectos espaciales, las antenas se utilizan regularmente para realizar radiociencia: estudiar planetas, agujeros negros y rastrear objetos cercanos a la Tierra.