La transformación de los mares

El color del océano ha cambiado significativamente en las últimas dos décadas. La tendencia global es probablemente una consecuencia del cambio climático inducido por el hombre. Eso es lo que piensan los científicos que se han encargado de dar seguimiento al estudio de los mares durantes veinte años a través de observaciones satelitales especializadas. Para rastrear los cambios en el color del océano, se analizaron las mediciones del color del agua tomadas por el espectrorradiómetro de imágenes de resolución moderada (MODIS) a bordo del satélite Aqua.

Rastreo desde las alturas

Las historias en tierra firme no son tan diferentes a las marinas. Al igual que la hierba y los árboles, el fitoplancton utiliza un pigmento verde llamado clorofila para convertir la luz solar en alimento. Ese pigmento se puede observar desde el espacio y es el principal indicador (aunque no el único) que usan los científicos para estudiar el color del océano. El fitoplancton es muy susceptible al cambio climático, un proceso que está descontrolando a sus poblaciones y, por lo tanto, cambiando el color del océano con variantes, muchas veces imperceptibles para el ojo humano.

El significado del color

La composición del océano, o los nutrientes y la vida que sustenta, es lo que define el color de su agua. Puede tener un tinte marrón si está cargada de hojas muertas y sedimentos arrojados por los ríos, pero en otros lugares el mar muestra una gama que va desde el azul marino profundo hasta un tono más verde, y ahí es donde entra en juego el fitoplancton. El agua que tiene una mayor densidad de fitoplancton, como la de los trópicos, tiende a verse más verde; mientras que el agua con menos fitoplancton es más azul.

Vida y muerte de los ecosistemas