causada por el plástico en los ecosistemas acuáticos ha crecido considerablemente en los últimos años y se prevé que se duplique para 2030.
Todas
las especies
marinas
desde plancton y moluscos hasta aves, tortugas y mamíferos, se enfrentan a riesgos de intoxicación, trastornos del comportamiento, inanición y asfixia por contacto con residuos plásticos.
En la
actualidad
muchas de las grandes poblaciones de corales, manglares y pastos marinos están sofocados por desechos plásticos que les impiden recibir oxígeno y luz.
De acuerdo
con reportes
científicos
el microplástico puede entrar en el cuerpo humano por inhalación y absorción a través de la piel y acumularse en los órganos, incluida la placenta.
Es probable
que la
absorción de
microplásticos a través de los alimentos de origen marino ponga en peligro principalmentre a las comunidades costeras e indígenas, donde las especies marinas son la principal fuente de alimentación.
Algunos
plásticos
biodegradables
tienen la característica de ser compostables, esto quiere decir que pueden ser digeridos por ciertos hongos y bacterias en un ambiente controlado.
La desaparición
de ciertos plásticos
compostables
es aún mayor que la de otros biodegradables, ya que en las condiciones adecuadas llegan a convertirse en agua, CO2 y biomasa en un periodo de entre 6 a 12 semanas.
Nuevos inventos
contra el
plástico
se desarrollan en tres categorías: fibras naturales de plantas y animales; biopolímeros basados en biomasa, sintéticos y compostables; y materiales no plásticos, reutilizables y duraderos.