Para los especialistas, en los países que se ha construido su economía en torno a la perspectiva de un crecimiento poblacional constante, la preocupación radica en futuras caídas en la productividad, así como en la disminución de ciudadanos en edad laboral para sustentar a un número creciente de personas mayores. Se espera que las fuertes disminuciones demográficas en la mayoría de los países tengan impactos negativos durante las próximas generaciones, pero son factibles nuevas estrategias de adaptación.