El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec es un proyecto planeado desde el Porfiriato (1876-1911),
propuesto con diversos nombres por gobiernos priistas y panistas, pero ejecutado finalmente en la
administración del presidente López Obrador.
De origen, la Secretaría de Marina no tenía ninguna participación, el Corredor estaba a cargo de civiles,
según el decreto del 14 de junio de 2019 que publicó el presidente para conformar el organismo público
descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propio, denominado Corredor Interoceánico del Istmo
de Tehuantepec (CIIT).
Este organismo está encargado de instrumentar una plataforma logística que integre los puertos de Salina
Cruz, Coatzacoalcos y Veracruz con la línea del ferrocarril y ejecutar cualquier otra acción futura para
contribuir al “desarrollo de la región del Istmo de Tehuantepec”.
Sin embargo, poco a poco la Marina, dirigida en el sexenio de AMLO por José Rafael Ojeda Durán, comenzó a
tener injerencia. Además de asignarle trabajos de obra pública, en 2021 esta organización militar desplegó
los primeros 831 elementos para realizar labores de seguridad en el Corredor. Fue el primer síntoma de
militarización del proyecto.
Luego, por decreto, se le asignó la administración portuaria de Salina Cruz y Coatzacoalcos. Y para el 11 de
marzo de 2022, en su conferencia matutina, AMLO declaró que la institución quedaría a cargo del
megaproyecto.
Lo que vino fue trámite. Se amplió el número de elementos de la Marina en el Istmo, se nombró al
vicealmirante Raymundo Morales Ángeles director del organismo CIIT y se institucionalizó el dominio de la
Marina un par de meses después. Actualmente Morales Ángeles es el Secretario de Marina, nombrado por la
presidenta Claudia Sheinbaum. Los números más recientes, obtenidos vía transparencia, muestran 2 mil 560
elementos asignados a las zonas de impacto del Corredor.
Aunque la dependencia naval domina el proyecto, la participación de la Guardia Nacional y el Ejército sigue
mermando la vida de los habitantes del Istmo. Por transparencia, este último organismo dijo tener 10 mil 721
elementos desplegados en Oaxaca y Veracruz, sin especificar su papel en el CIIT.
“Es preocupante la cantidad de elementos. Su presencia ha ocasionado un clima hostil para las comunidades,
mucha inseguridad, mucha preocupación, incluso por manifestarse. Esto limita otros derechos de las
comunidades y de los pueblos”, señala Hensler, quien participó en Misión Civil de Observación en 2023, en la
que colaboraron 22 organizaciones de la sociedad civil para documentar y visibilizar las agresiones frente
al megaproyecto.
En respuesta a un cuestionario, el CIIT dijo que la Marina tomó el mando de este organismo porque el Istmo
de Tehuantepec es una región estratégica para el país, “lo cual ha convertido al Corredor en un tema con
carácter de seguridad nacional que requiere seguimiento permanente y continuidad, su misión es a largo
plazo”.