Los caseríos de la parroquia rural ecuatoriana de San Andrés se levantan en medio de montañas que alcanzan los 3 mil metros sobre el nivel del mar, en la frontera con Perú. El pueblo está a unas 17 horas de la ciudad puerto Guayaquil.FOTO: Jonathan Palma
Individuos de truchas que cría un poblador de San Andrés a unos 30 minutos del caserío principal, como parte de un emprendimiento para mantener en pie el bosque de su predio.FOTO: Jonathan Palma
Panorámica de la cima de una montaña en la que se evidencian los remanentes de bosque, en Zamora Chinchipe, oriente de Ecuador.FOTO: Jonathan Palma
Piscinas de truchas que usan agua de vertientes cercanas, en una zona de bosque a 30 minutos del caserío de San Andrés.FOTO: Jonathan Palma
Un espécimen de Pato Real (Cairina moschata), en el río Isimanchi, junto a San Andrés, Zamora Chinchipe.FOTO: Jonathan Palma
Marisol Calva, de 40 años, una de las pobladoras de San Andrés, que decidió junto con su familia conservar las 60 hectáreas de bosque, que están a unos 25 minutos del caserío de San Andrés.FOTO: Jonathan Palma
Un individuo de Gallinazo de Cabeza Negra (Coragyps atratus) viendo su entorno, en un árbol que se levanta al pie del río Isimanchi.FOTO: Jonathan Palma
Un poblador de San Andrés realiza una ronda por la falda de una de las montañas que flanquean la localidad.FOTO: Jonathan Palma
De camino a San Andrés son notorios unos parches negros en las montañas, como resultado de la práctica de tala de bosques y quema de vegetación que realizan campesinos para abrir espacio para el ganado u otros fines agrícolas.FOTO: Jonathan Palma