Una de las características principales de la IA es que se basa en el aprendizaje automático: una técnica que permite a los sistemas aprender de forma autónoma.
La IA puede analizar grandes cantidades de datos y detectar patrones y tendencias que pueden pasar desapercibidos para los seres humanos.
Para ello, utiliza algoritmos que se entrenan con datos de entrada y de salida, de manera que el sistema pueda reconocer patrones y realizar predicciones.
Estdios en la actualidad intentan recabar más datos sobre las características acústicas de un sismo, para un mejor análisis de su impacto.
En un futuro podría derivar en herramientas de predicción para ganarle más tiempo a la onda sísmica que pudiera azotar una región.
En este laboratorio experimentan con otras dos herramientas de IA para la prevención de riesgos ante fenómenos naturales:
Análisis de los datos en redes sociales para identificar necesidades en tiempo real.
Otro objetivo de estudio son algoritmos de IA para crear mejores rutas de evacuación.