Identificar y analizar el ADN tumoral circulante (ctDNA) en la sangre en busca de biomarcadores es un área de estudio en rápido crecimiento.
Algunas formas en que podría usarse en el cáncer de mama incluyen:
Identificar nuevos biomarcadores que indiquen si el cáncer es resistente a tratamientos específicos.
Determinar si un medicamento específico funcionará en un tumor antes de probarlo.
Predecir si el cáncer reaparecerá en mujeres con cáncer de seno en etapa temprana.
Predecir si el tratamiento neoadyuvante funciona para destruir el tumor en lugar de utilizar pruebas de imagen.
Determinar si hay cáncer de seno o una afección riesgosa antes de encontrar cambios en prueba de imágenes.
Combinar ciertos medicamentos para ver si funcionan mejor juntos.
Probar si la radiación con haz de protones, podría ser mejor que la radiación estándar.
Encontrar nuevos medicamentos para tratar el cáncer de mama que se diseminó al cerebro.
Administrar vacunas con quimioterapia para evitar el regreso del cáncer.
Estudiar los cambios genéticos hereditarios y nuevas formas de tratarlo.
Probar si la radiación con haz de protones, podría ser mejor que la radiación estándar.
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