100 científicas mexicanas y las que siguen

En la última década, la implementación de las tecnologías de secuenciación de alto rendimiento ha producido un avance notable en los estudios de ADN antiguo.

Se requieren cantidades mínimas de material esquelético, ya sean dientes o huesos, pero también pueden ser sedimentos.

El estudio de genomas de los patógenos antiguos es importante para desentrañar la historia evolutiva de las enfermedades.

También se puede convertir en una herramienta para conocer cómo han cambiado los organismos hospederos.

Esta información no sólo contribuye a mejorar el registro histórico del pasado, sino a reconocer enfermedades en el presente.

La iniciativa “Para las Mujeres en la Ciencia” celebra el trabajo científico de 100 mujeres mexicanas.

El programa está a cargo de Grupo L’Oréal y la UNESCO, al que se suma la Academia Mexicana de Ciencias.

Una de las galardonadas fue Miriam Jetzabel Bravo López, del Centro de Ciencias Genómicas de la UNAM.

Su proyecto es “Caracterización de las biomoléculas antiguas de los patógenos causantes de cocoliztli en la Nueva España”.

La epidemia diezmó a la población indígena en la época de la conquista española, causando una mortalidad masiva.


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